Al hablar del síndrome de abstinencia nos referimos a la sensación que experimenta una persona cuando se interrumpe de forma abrupta el consumo de una droga. Este síndrome se manifiesta con una serie de síntomas que son diferentes en función de la frecuencia y la intensidad con la que la persona consumía la sustancia. Los síntomas que aparecen pueden ser de carácter físico, emocional y psicológico. En el caso de la cocaína, se trata de una sustancia química que provoca alteraciones en el cerebro. Es por eso que cuando se detiene el consumo de la droga se crea una respuesta fisiológica que se conoce como síndrome de abstinencia.
Los síntomas de abstinencia pueden ocurrir incluso si el usuario no ha dejado por completo la cocaína y todavía tiene algo de droga en la sangre. Estos síntomas pueden ser muy intensos dependiendo del grado de consumo que haya hecho la persona. Si ésta no ha tomado mucha cocaína o si la ha consumido con poca frecuencia, los síntomas de abstinencia seguramente serán menos graves. En cambio, alguien que haya abusado considerablemente de la droga experimentará síntomas mucho más pronunciados.
El principal efecto que provoca la cocaína es una sensación de euforia. Ésta se produce ya que el cerebro libera mayores cantidades de lo normal de algunos químicos. Pero, por otro lado, los efectos de la droga en otras zonas del cuerpo pueden llegar a ser muy graves y, en ocasiones, hasta mortales. Cuando se interrumpe el consumo de cocaína o cuando termina su efecto empiezan los síntomas que afectan tanto al cuerpo como a la mente. A diferencia de otras drogas como la heroína, los síntomas de la abstinencia por cocaína a veces no son visibles. Pero eso no quita que el nivel de gravedad puede llegar a ser considerable. Normalmente, durante los primeros cinco días después de haber dejado de consumir los síntomas suelen ser peores.
Los síntomas más comunes del síndrome de abstinencia de la cocaína son:
Estos síntomas aparecen al principio del periodo de abstinencia. Son consecuencia de un desajuste químico tanto en el cerebro como en el organismo. Durante el síndrome de abstinencia, el consumidor tiene muchas ganas de tomar más cocaína para recuperar la sensación de euforia antes mencionada. Además del sentimiento de abatimiento y la sensación de vacío, la persona puede tener problemas para recordar cosas afectando a su concentración.
Como estado previo al periodo de abstinencia, la cocaína provoca unos síntomas en el cerebro y organismo que contrastan con la fase de abatimiento posterior. Lo que determina el tiempo que dura la sensación de euforia es la forma en cómo se consume la sustancia. Cuánto más rápida sea la absorción, más intensa será la sensación de “subidón” y, a su vez, menor será la duración de los efectos de la cocaína. Inhalando la droga, la euforia tarda en llegar, pero puede durar entre 15 y 30 minutos. Por otro lado, los efectos que se obtienen fumando la cocaína pueden durar entre 5 y 10 minutos.
Los efectos en el cuerpo y la mente del usuario varían desde los primeros estados hasta los efectos a largo plazo. En un principio, el consumidor experimenta, por ejemplo, una energía y felicidad intensas o hipersensibilidad a la luz y el sonido. A nivel fisiológico, los efectos que resultan del consumo de cocaína incluyen:
Por otro lado, el abuso de la cocaína puede conllevar graves complicaciones médicas como ataques al corazón, ataques cerebrovasculares, convulsiones, problemas gastrointestinales y hasta coma. Las muertes provocadas por el consumo de esta droga acostumbran a ser producto de un paro cardíaco o de convulsiones que llevan a un paro respiratorio. En algunos casos, puede darse una muerte súbita la primera vez que se prueba la cocaína o al consumirla consecutivamente.
No existe una duración exacta para el síndrome de abstinencia de la coca. En realidad, depende de factores como la cantidad consumida y la pauta de consumo del usuario. Según estudios hechos en las últimas décadas, se pueden establecer tres fases en el síndrome de abstinencia de la cocaína:
Muchas veces no hay síntomas visibles de la abstinencia como vómitos o temblores, que pueden acompañar a la abstinencia de drogas como la heroína. Sin embargo, factores como el deseo de consumir o el síndrome depresivo pueden ser más altos que los de la abstinencia a otras drogas.
Aunque haya transcurrido un período largo de abstinencia, el riesgo de recaída es elevado. Por eso es muy importante estar alerta y reaccionar frente a cualquier signo que haga pensar que se ha podido reiniciar el consumo de cocaína.
Dar el primer paso es sencillo. Nosotros te ayudamos a dar el resto.