La adicción al juego, también conocida como juego compulsivo, ludopatía o trastorno del juego, es…

Muchas personas que deciden tomar drogas, lo hacen por simple curiosidad, por experimentar o con el fin de descubrir nuevas sensaciones. Esta visión mental de la que disponen que les lleva a realizar una conducta inapropiada acaba frecuentemente con un mal resultado. Consumir estupefacientes es perjudicial de cualquiera de las maneras en que se haga. Y meterse coca de vez en cuando sólo es el primer paso hacia el padecimiento de una dependencia o una adicción. De modo que nunca debe subestimarse los efectos que pueden causar estas sustancias tóxicas al consumirlas.
Desde el primer momento, la persona que decide consumir cocaína de forma recreativa, lo hace esporádicamente. Sin embargo, si no toma las precauciones necesarias, a medida que pase el tiempo se irá descuidando del volumen de consumo. Esto es debido al placer y al alto grado de adicción que genera el estupefaciente. En consecuencia, cada vez tomará más dosis, con una cantidad mayor y de forma más frecuente. Hecho que puede llevar al abuso progresivo de la droga. Un estadio en que en la mayoría de las ocasiones supone el principio de un trastorno adictivo.
Cuando suceden estos principios de adicción, para prevenir la enfermedad lo antes posible, la mejor solución es recurrir a un equipo de profesionales y expertos en la materia. Éstas dedican su tiempo a acompañar a la persona que se mete coca de vez en cuando y que ha caído en el abuso en el trayecto de desintoxicación y tratamiento para lograr salir de la dependencia a las drogas.
Meterse coca de vez en cuando: El primer paso hacia la adicción
Cuando se pasa de meterse coca de vez en cuando a consumir coca a todas horas, llega un momento en que el consumo se convierte en una señal. En este instante, el adicto pide a gritos la ayuda para minimizar su problema pero no sabe cómo hacerlo. Las sensaciones más habituales que experimenta durante esta etapa son las de necesitar la droga para alcanzar momentos de vivacidad. Por esta razón, el individuo buscará constantemente la forma de conseguir cocaína olvidándose de todo lo que le importa.
Otra consecuencia de meterse coca de vez en cuando es que a medida que aumenta el consumo, también lo hace la tolerancia hacia la droga. Es decir, que se acostumbra a ella, y en las próximas ocasiones necesitará aumentar la dosis para experimentar los mismos efectos que en la primera vez. Por otra parte, ya sea por entretenimiento, por abuso o por adicción, el consumo de cocaína siempre pasa factura al entorno social cercano y a la vida personal del individuo. Se deterioran las relaciones familiares, se pierden amistades, perjudica el puesto de trabajo y hasta produce pérdidas económicas sustanciales.
Los verdaderos efectos de la cocaína
El consumo de cocaína aumenta los niveles de dopamina en el cerebro, sustancia que participa en el control de movimiento y la recompensa. De forma sencilla, lo que produce la droga es una interferencia en el funcionamiento correcto de la dopamina. La cual se encarga de transmitir al cerebro las sensaciones positivas asociadas a una acción o situación concretas. Este proceso cerebral deja de funcionar de manera correcta debido a la presencia de cocaína en el organismo.
Los efectos de la cocaína aparecen casi inmediatamente y duran entre unos minutos y una hora. Según el método de consumo empleado, tanto la intensidad como la duración de los efectos varía al alza o a la baja. A corto plazo, las consecuencias de meterse coca de vez en cuando que afectan tanto al cuerpo como a la mente son:
- Energía y felicidad extremas
- Hipersensibilidad a la luz, el sonido y el tacto
- Contracción de los vasos sanguíneos
- Dilatación de las pupilas
- Aumento de la temperatura corporal
- Irritabilidad y ansiedad
- Temblores, vértigos y espasmos musculares
- Paranoia
La importancia de prevenir el abuso
Saber detenerse a tiempo es un factor crucial para no sufrir las consecuencias más negativas de una adicción a la cocaína. Aunque a corto plazo la sensación de euforia que produce el consumo puede resultar muy agradable, a largo plazo los efectos pueden ser muy destructivos. Las reacciones adversas que pueden manifestarse como consecuencia del consumo de cocaína son diferentes en función de cómo se administre.
En el caso de la inhalación constante, puede provocar la pérdida del sentido del olfato, problemas al tragar, hemorragias nasales, ronquera y una irritación general del tabique nasal. Cuando la cocaína se ingiere, en cambio, puede causar gangrena grave en los intestinos porque reduce el flujo sanguíneo. Por otro lado, inyectarse la droga es el método de administración más letal. Éste puede hacer que el adicto experimente reacciones alérgicas, ya sea a la cocaína o a algunos de los aditivos que se le añaden para ser vendida. En los casos más graves, estas reacciones pueden provocar la muerte. Otra consecuencia general del consumo continuado de la droga es la pérdida del apetito, factor que puede llevar a una reducción considerable de peso y a un estado de malnutrición alarmante.
Dejar la cocaína es posible
La costumbre que empieza con meterse coca de vez en cuando en días de fiesta, puede llegar a evolucionar a un caso más grave. Por esta razón, es muy importante buscar un tratamiento donde conseguir desengancharse de la adicción e ir recuperando poco a poco el control sobre uno mismo es posible lo antes posible.
Acabar con la adicción es una posibilidad real. CCAdicciones es un centro de rehabilitación con un método propio que puede apoyarte con tu problema de dependencia. Contacta con nuestros expertos en trastornos adictivos y te informaremos adecuadamente.